Fortalezas y debilidades de… Ricardo García Portilla
Sin duda que la gran debilidad
del candidato tricolor es emanar de las filas de un partido carente de cuadros,
que se resiste a la renovación y que desde el gobierno ha hecho un papel mediocre
Sobraría tiempo y faltaría
espacio para ofrecer a detalle las debilidades del candidato a diputado federal
por el III distrito del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ricardo
García Portilla. En esta segunda entrega, abordaremos de manera general las fortalezas y debilidades el ex secretario
de finanzas del gobierno que encabeza, Mariano González Zarur.
Ricardo García Portilla es
originario del municipio de Calpulalpan, es licenciado en economía y la
experiencia en cargos públicos es escasa, los ocupados han sido de rango inferior, a
excepción del que le otorgó el
mandatario tlaxcalteca, Mariano González Zarur.
Su carrera política es corta y
dentro de ella no ha ejercido ningún cargo de elección popular, situación
que en caso de ganar comenzaría prácticamente
de ceros; y no se dice que parte de la nada, porque ya en una ocasión estuvo en San Lázaro, bajo
el mando de un legislador federal.
En Tlaxcala fue secretario técnico
de la Gran Comisión del Congreso del Estado, su último cargo lo ocupó en las
filas del PRI cuando fungió como presidente del Comité Directivo Estatal,
responsabilidad que abandonó para buscar la candidatura de su partido. Sin duda
que su gran debilidad emana precisamente de los colores que representa; esto
por el papel que desempeña el gobierno del estado, que sin duda, meses antes de
la elección federal ha abonado en demasía para sepultar un triunfo que se ve difícil
de lograr.
A García Portilla el
Revolucionario Institucional lo pretende vender como un político de nueva generación y de esta manera eclipsar
todos los escándalos y actos corruptos de
los que han sido señalados los hombres
de su partido. El ex secretario de finanzas rema contra corriente, y a su paso
seguramente encuentra rechazo y una serie de cuestionamientos por la forma en
como los mandatarios emanados de las filas del PRI han gobernado sus estados,
municipios y el país, eso ya es una gran debilidad.
En Zacatelco y otros municipios
en donde gobierna y ha gobernado el PRI será factor determinante y una loza que con el paso
de los meses le pesará tanto que deberá
arrojarla antes de que lo aplaste. Quién
no recuerda la manera de gobernar de ex alcaldes
como, Blanca Águila Lima, personaje que terminó su mandato en medio de una
serie de actos vergonzosos y corruptos.
Quién en Papalotla no critica la forma soberbia en que el edil, Israel Muñoz
Muñoz conduce los destinos de su municipio; población a la que por cierto el candidato
tricolor ha visitado en varias ocasiones.
La más reciente fue en la época de carnaval, evento al que asistió como
invitado especial.
Otra debilidad es el poco arraigo
que tiene en los municipios que busca representar,
porque en muchos de ellos la gente no lo ha visto una solo la vez, no lo
conocen, no saben de sus capacidades y limitantes, no saben si será capaz de
representar al distrito por convicción o
por saciar los intereses de quienes lo apadrinan. La ciudadanía poco tiene que
agradecer a García Portilla, ya que nunca
se ha visto beneficiada por una acción promovida desde los cargos que ha
ostentado y desconoce si hará una campaña abierta y democrática o tocará las
puertas estrictamente para exigir el voto.
Su principal fortaleza es la
forma en como los priistas hacen campaña, porque para nadie es un secreto el uso
y condicionamiento de los programas sociales y la chamba que dan desde el
gobierno, eso le puede ayudar un poco, al igual que el voto duro que el partido
conserva y la complicidad de los alcaldes
tricolores para acercarle, desde
recursos económicos hasta acarreo de votos y gente a sus eventos.
Otra gran fortaleza es la represión
y presión hacia aquellos sectores que de una u otra forma se ven beneficiados
con las dadivas que el gobierno entrega a través de programas diseñados de tal
forma que favorezcan sus intereses políticos, así como el temor que desde las
altas esferas ejerce su partido para que el pueblo entienda, por las buenas o por las malas, de que no hay
mejores políticos que los emanados del Revolucionario Institucional.
El gran reto es que, el candidato priista convenza con hechos
tangibles que los tricolores saben conducir y representar con entrega los intereses
de los mexicanos y tlaxcaltecas. Ricardo García Portilla es el abanderado que
más saliva tendrá que gastar para suplicar que la ciudadanía crea en que los
priistas saben cómo hacer las cosas y explicar cómo han hecho para tener a
tanta gente en la pobreza y el olvido; ese es el gran reto que habremos de atestiguar.

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